Científicos británicos y canadienses van a comenzar este mes una serie de estudios para averiguar si los microorganismos se pueden utilizar para aprovechar la enorme cantidad de energía almacenada en los yacimientos mundiales de petróleo pesado, considerados en principio como no recuperables. Se estima que todavía permanecen en el subsuelo seis trillones de barriles de petróleo, debido a que está solidificado o por ser demasiado espeso para llevarlo a la superficie con los métodos tradicionales y a un coste razonable.
A pesar de estas limitaciones, diversas investigaciones de científicos de la Universidad de Newcastle (Inglaterra) y de la Universidad de Calgary (Canadá) han demostrado que algunos microorganismos que existen en la naturaleza llevan convirtiendo el petróleo en gas natural (metano) durante decenas de millones de años. Para aplicar estos conocimientos han fundado la compañía Profero Energy Inc, que va a comenzar a insuflar una mezcla especial de nutrientes, disueltos en agua, justo encima de los yacimientos de petróleo agotados del Oeste de Canadá. Si los cálculos de los investigadores son correctos, el gas natural debería fluir hacia la superficie a medida que los microorganismos prosperan a expensas de los nutrientes, se multiplican y digieren a gran velocidad el petróleo del tipo alquitrán.
Los importantes avances en el conocimiento de la forma en la que el petróleo es degradado por los microorganismos fueron publicados el pasado mes de enero en la revista Nature por un equipo de investigación dirigido por los profesores Ian Head y Martin Jones, de la Universidad de Newcastle, y Steve Larter, que trabaja en la Universidad de Newcastle y en la Universidad de Calgary. La investigación ha ofrecido las respuestas a un antiguo misterio geológico, y desvela la existencia en los lugares donde se acumula el petróleo de dos tipos de microorganismos, que son los responsables de su conversión en metano. En primer lugar, la bacteria denominada Syntrophus digiere el petróleo produciendo hidrógeno y ácido acético (el componente que produce el sabor penetrante del vinagre). En segundo lugar, los metanógenos, un tipo de organismos conocidos como arqueas, combinan el hidrógeno con dióxido de carbono para producir metano.
El equipo de investigación ha descubierto también que la escala de tiempo geológico de este proceso podría acortarse hasta unos pocos cientos de días en el laboratorio alimentando a estos microorganismos del petróleo con nutrientes especiales, y consideran que podrían obtenerse resultados similares en un campo petrolífero a una escala de tiempo de entre uno y diez años.
El profesor Head, un microbiólogo ambiental del Instituto de Investigación Medioambiental y Sostenibilidad de la Universidad de Newcastle comenta: “La investigación que hemos publicado es importante desde el punto de vista científico porque resuelve el debate postulado desde hace décadas sobre cómo se degrada el petróleo en los campos petrolíferos, que ha resultado que se convierte en gas natural”.
“El descubrimiento de cómo funciona este proceso podría tener implicaciones importantes para la industria petrolífera y del gas porque creemos que podríamos aumentar el período de vida operativo de un yacimiento de petróleo típico en unos 20 ó 30 años”. En teoría, la tecnología podría usarse también para producir gas hidrógeno a partir de reservas de petróleo inaccesibles, señala, aunque todavía no existe mercado para este combustible limpio pero es probable que se desarrolle uno “en el mundo más verde del futuro”.