Los lactantes favorecen la liberación masiva de la hormona de la confianza en sus madres

Investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido), en colaboración con otras universidades e institutos de Edimburgo (Escocia), Francia e Italia han demostrado por primera vez que cuando un bebé toma el pecho se desencadenan una serie de acontecimientos que conducen a que en el cerebro de la madre se libere de forma masiva la hormona de la confianza, la oxitocina.

Foto: Mary Thorman.
Foto: Mary Thorman.

El estudio, publicado el 18 de julio en la revista PLoS Computational Biology, se centra en el papel de esta hormona, que recientemente se ha comprobado que estimula la confianza y el amor en los seres humanos y en los animales. Desde hace tiempo se sabía que la oxitocina es la responsable, cuando se libera en la sangre, de que la leche descienda desde la glándula mamaria, pero la liberación de oxitocina en el cerebro también ayuda a reforzar los lazos entre madre e hijo. Para que esto suceda debe liberarse "bruscamente" una gran cantidad, para producir una oleada de la hormona que se difunda por todo el cerebro.

Lo que no se sabía exactamente antes de este estudio era cómo los pocos miles de neuronas que están especializadas en liberar oxitocina se organizaban conjuntamente para producir ese intenso “estallido” de actividad que desencadene todo el proceso. De hecho, aunque el niño no esté mamando, estas neuronas están produciendo continuamente oxitocina, pero en pequeñas cantidades y de una manera mucho menos coordinada. Estudios previos realizados con neuronas individuales han demostrado que no existe una forma sencilla de modificar su comportamiento para conseguir la respuesta coordinada que se necesita para producir los grandes pulsos regulares de oxitocina que se necesitan.

Pero el equipo de neurocientíficos experimentales y teóricos de la Universidad de Warwick han encontrado una posible respuesta. Los investigadores han observado que en respuesta al amamantamiento, las neuronas comienzan a liberar oxitocina desde sus dendritas u otras terminaciones nerviosas. Esto ha sido algo inesperado porque habitualmente se consideraba a las dendritas, que habitualmente forman una red de conexiones entre las neuronas, como la parte de la célula nerviosa que recibe información, no que la transmite. Sin embargo, los investigadores han revelado ahora que la liberación de oxitocina desde las dendritas permite un aumento masivo de la comunicación entre las neuronas. Esto coordina un “enjambre” de fábricas de oxitocina que producen liberaciones masivas de oxitocina en intervalos de aproximadamente cinco minutos.

La activación sincronizada de los pocos miles de neuronas que producen oxitocina es un ejemplo de los denominados procesos “emergentes”. Funcionan de la misma manera que una bandada de pájaros o insectos en la que se desarrolla una acción estrechamente coordinada sin la existencia de un único líder.

El investigador en biología computacional de la Universidad de Warwick, el profesor Jianfeng Feng dice: “Sabíamos que estos pulsos se producían porque durante el amamantamiento las neuronas liberaban oxitocina en estallidos repentinos perfectísimamente organizados, pero el saber exactamente cómo se producían era uno de los principales problemas que todavía no tenía explicación. Esta investigación nos ha permitido incorporar todas las últimas investigaciones en un gran modelo computacional de la población completa de células liberadoras de oxitocina. En este modelo hemos visto que las interacciones dendríticas aumentan lo suficiente como para desencadenar una reacción positiva masiva de actividad, y nos ofrece una posible explicación de un acontecimiento importante que se produce en el cerebro y que podría usarse para estudiar y explicar otras muchas actividades cerebrales similares".

Fuente: Universidad de Warwick (Reino Unido)
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