Los perros con tres patas impulsan la investigación en robótica

El estudio del movimiento de los perros cojos de una pata puede ayudar a diseñar y crear robots que se adapten a condiciones imprevistas. Así lo demuestra una investigación desarrollada por científicos alemanes que se presenta hoy en la reunión anual de la Sociedad de Biología Experimental en Praga (Republica Checa).

Los perros con tres patas impulsan la investigación en robótica
Los perros de tres patas ayudan a la robótica. Imagen: Martin Groß et al.

Científicos alemanes han analizado, mediante una cinta para correr y un conjunto de cámaras infrarrojas de tecnología avanzada, cómo caminan y corren los perros amputados de una pata delantera o trasera.

Los investigadores han encontrado diferentes "estrategias de compensación", o modos de resolver el problema en función de qué pata había perdido el animal, y comprobado que las patas delanteras son las que presentan mayores dificultades.

El estudio, que forma parte de un proyecto europeo orientado a mejorar la eficiencia e idoneidad de uso de los robots, está destinado a contribuir al desarrollo de robots que sean capaces de adaptarse ante una "lesión". Esta investigación se presenta hoy en la asamblea anual de la Sociedad de Biología Experimental en Praga (República Checa).

"La locomoción terrestre natural está diseñada para un número par de patas. Al perderse una pata (por ejemplo, tras una lesión), es necesaria una reorganización del sistema locomotor", explica Martin Groß, científico que participa en la investigación en la Universidad de Jena, en Alemania.

Según los investigadores, a los perros les resulta más difícil adaptarse a la pérdida de las patas delanteras que de las traseras. Cuando pierden una pata delantera, el resto de los miembros deben realizar una minuciosa adaptación para coordinarse entre sí, un proceso que se denomina "compensación de la marcha".

Ante una amputación de una pata trasera, los científicos descubrieron que las patas delanteras seguían actuando normalmente como si el perro conservara las cuatro patas, y la estrategia de compensación que mostraba era imperceptible o inexistente.

Mayor carga en patas delanteras

Los científicos creen que el motivo de esta diferencia es la mayor carga sobre las patas delanteras con respecto a las traseras, debida a la distribución del peso corporal. Durante el estudio, se puso a correr en una cinta a perros con amputaciones de las patas delanteras y traseras en intervalos de dos minutos, sincronizados por una serie de 10 cámaras infrarrojas de alta velocidad.

Gracias a unos marcadores reflectantes colocados sobre el pelaje de los perros, los investigadores pudieron seguir el movimiento de distintas partes del cuerpo a lo largo del tiempo y trazar una trayectoria. Después realizaron complejas comparaciones de la cinemática, es decir, de las características del movimiento, entre perros con diferentes patas amputadas y también con el movimiento "normal" de los perros con cuatro patas.

Esta investigación continúa, y los científicos esperan avanzar mucho más en sus mediciones con el objetivo de consolidar sus descubrimientos. Para desarrollar una comprensión más exhaustiva de la actividad locomotriz , los trabajos futuros -en el marco del proyecto Locomorph de la UE- continuarán con el estudio de los cambios voluntarios e involuntarios del movimiento corporal en una amplia variedad de animales, incluido el ser humano.

Fuente: SINC
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