Los robots aprenden el lenguaje de la cirugía

El grupo de Robótica Médica de la Universidad de Málaga (UMA) trabaja en un ambicioso proyecto de investigación que tiene por objetivo ayudar al cirujano mediante un asistente robótico. Dos "brazos" capaces de manejar tanto la cámara laparoscópica como una herramienta auxiliar a partir de la voz y los gestos del especialista.

Operación laparoscópica con asistente robótico

El grupo de Robótica Médica de la UMA trabaja en un ambicioso proyecto de investigación que tiene por objetivo ayudar al cirujano mediante un asistente robótico. Dos "brazos" capaces de manejar tanto la cámara laparoscópica como una herramienta auxiliar a partir de la voz y los gestos del especialista. El uso de robots asistentes mejora la precisión en el manejo del instrumental e incluso, si se emplea una adecuada comunicación entre el cirujano y el robot, se puede llegar a disminuir el tiempo en la intervención.

En la actualidad las técnicas de cirugía han evolucionado favorablemente hacia métodos menos agresivos con el paciente, lo que permite reducir de forma considerable los tiempos de recuperación en el postoperatorio. En este sentido hay que tener en cuenta la habilidad y buen hacer de los profesionales en el quirófano, pero también el de las nuevas técnicas y dispositivos autónomos que poco a poco participan en las intervenciones.

Poco podemos hablar del avance de la tecnología médica sin mencionar la investigación que existe detrás de ésta. Ingenieros, expertos en robótica médica o informáticos forman en muchas de las ocasiones equipos interdisciplinares dedicados a la creación y optimización de dispositivos que logren facilitar la labor del especialista.

En la Universidad de Málaga, el grupo de Robótica Médica de la Escuela de Ingeniería Industria ha recibido recientemente el premio TECHNAID por el trabajo de bioingeniería presentado en las Jornadas de Automática 2010 celebradas en Jaén. Dicho trabajo forma parte de un ambicioso proyecto de investigación que tiene por objetivo ayudar al cirujano mediante un asistente robótico con dos brazos capaces de manejar tanto la cámara laparoscópica como una herramienta auxiliar.

En concreto, el premio ha sido otorgado por el estudio de un novedoso método de interacción hombre-máquina donde el robot asistente “entiende” las órdenes que el cirujano transmite mediante gestos y la propia voz. De este modo, el robot puede manejarse de una forma más confortable y natural, permitiendo al especialista comunicarse con él como si de un asistente humano se tratara.

El equipo ha contado con la colaboración de Carlos Vara, cirujano del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, especialista en intervenciones laparoscópicas. Gracias a la experiencia del doctor Vara, el grupo de Robótica Médica ha podido estudiar los movimientos de un cirujano experto en simulaciones de operaciones de colecistectomía y extraer las características más importantes que permiten identificar los gestos que realiza.

“El uso de robots asistentes mejora la precisión en el manejo del instrumental. Además, si se emplea una adecuada comunicación entre el cirujano y el robot, se puede llegar a disminuir el tiempo en la intervención”, afirma Belén Estebanez, investigadora del proyecto.

Esta investigadora asegura que “un asistente robótico de estas características mejoraría no sólo la duración en la intervención, sino que permitiría gestionar de forma más eficiente el personal y recursos de quirófano. Por ejemplo, un cirujano asistente podría realizar otras intervenciones en lugar de tareas básicas como sostener la cámara”.

El resto del Grupo de Robótica Médica lo forman el coordinador Víctor F. Muñoz, Isabel García, Pablo del Saz-Orozco y Enrique Bauzano.

Fuente: Universidad de Málaga
Derechos: Creative Commons
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