Un suplemento dietético que contiene isoflavona (una sustancia química hallada en la soja, los garbanzos, legumbres y en el trébol) puede mejorar la función arterial en las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ictus), según un nuevo trabajo publicado hoy en la versión online del European Heart Journal, la revista europea líder en cardiología.
La comunidad científica cree que éste es el primer ensayo clínico controlado, de distribución aleatoria, que investiga los efectos de los suplementos de isoflavona en la manera en que la arteria braquial (la arteria principal del brazo) se dilata en respuesta a un incremento del flujo sanguíneo -un fenómeno conocido como dilatación mediada por flujo (DMF)- en los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida.
La DMF braquial es un indicador del funcionamiento de las células que cubren la superficie interna de los vasos sanguíneos (denominada endotelio vascular), y de la disfunción endotelial implicada en la enfermedad cardiovascular.
Hung-Fat Tse y William MW Mong, de la división cardiológica en el Departamento de Medicina del Hospital Queen Mary, de la Universidad de Hong Kong (Hong Kong, China), han hallado que la administración de suplementos de isoflavona durante 12 semanas, a una dosis diaria de 80 mg, mejora significativamente la DMF braquial y, por tanto, la disfunción endotelial vascular en pacientes que han sufrido un ictus isquémico, un accidente cerebrovascular debido a coágulos sanguíneos u otras obstrucciones.
“Estos hallazgos suponen implicaciones importantes para el uso de isoflavona en la prevención secundaria en pacientes con enfermedad cardiovascular, además de los tratamientos convencionales”, afirma MW Mong.
En el estudio, participaron 50 pacientes que tomaron el suplemento de isoflavona y 52 pacientes que tomaron un comprimido de placebo. Los investigadores determinaron la DMF, utilizando ultrasonidos para registrar el funcionamiento de la arteria braquial a medida que el flujo sanguíneo retorna a la normalidad después de desinflar un torniquete aplicado con un brazalete neumático en el antebrazo el cual se había inflado previamente. La DMF se definió como el cambio en el porcentaje entre su tamaño normal (basal) y un minuto después de desinflar el torniquete.
El 80% de los pacientes presentó una alteración de la DMF inferior al 3,7% al inicio del estudio, pero después de 12 semanas de administración de isoflavona o placebo, hubo una mejoría del 1% en los pacientes tratados con isoflavona, en comparación con los controles.
Tse explica: “Aunque el aumento absoluto del diámetro braquial es pequeño, el aumento relativo alcanzó en realidad el 50% porque el promedio de la DMF en estos pacientes con ictus era de aproximadamente el 2%. De hecho, en pacientes con disfunción endotelial grave, puede que no haya dilatación en absoluto del diámetro braquial”.
Los autores escriben en su artículo: “El efecto terapéutico de la isoflavona en nuestro estudio fue equiparable al de los cambios en el estilo de vida con entrenamiento de resistencia o intervenciones farmacológicas con estatinas”.
“Estos hallazgos indican que las isoflavonas revierten la disfunción endotelial en este grupo de pacientes con enfermedad cardiovascular, lo cual posee implicaciones clínicas importantes, ya que el beneficio del tratamiento es observado en el grupo de pacientes con mayores riesgos de sufrir acontecimientos cardiovasculares, persistiendo dicho efecto incluso en esta fase bastante tardía del continuo cardiovascular”, aseguran los científicos.
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Referencia bibliográfica:
Hung-Fat Tse, William MW Mong, et alii, "Reduction of C-reactive protein with isoflavone supplement reverses endothelial dysfunction in patients with ischaemic stroke". European Heart Journal. doi:10.1093/eurheartj/ehn409.
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