Una nueva vitrina, instalada en el Museo de Luxor (Egipto), muestra ocho de los casi 50 ramos de flores encontrados y catalogados por miembros del Proyecto Djehuty, en el que participan investigadores de varias instituciones espñaolas. Estas ofrendas florales a los muertos están compuestas por hojas de olivo, espigas de cereales, flor de loto y otras plantas ya extinguidas en Egipto.
El Museo de Luxor, en Egipto, ha instalado una nueva vitrina que muestra ocho de los casi 50 ramos de flores encontrados y catalogados por miembros del Proyecto Djehuty, en el que participan expertos de la Universidad de Sevilla (US) junto a otros investigadores de toda España.
Las ofrendas florales a los fallecidos, halladas por los investigadores españoles, están compuestas por hojas de olivo, espigas de cereales, flor de loto y otras hojas de árboles y otras hojas de árboles que incluso han desaparecido en Egipto como la Persea
Según informa la US, la vitrina se encuentra dentro de una gran 'pecera' donde se exponen, por un lado objetos de vida cotidiana y frágiles, como cestas, sillas, linos y papiros, y por otro lado objetos de la tumba de Tutankhamon.
“Con esta vitrina ya son cinco los conjuntos que tenemos expuestos en el Museo de Luxor, y esto es algo realmente inaudito: la Tabla del Aprendiz, el lino de Amenhotep II, el ataúd de Iqer y su equipamiento funerario, los pendientes de oro hallados en la tumba de Djehuty y ahora los ramos de flores hallados en un agujero en su patio de entrada pero que datan del año 1.000 a. C.”, destaca el profesor del departamento de Historia Antigua de la US José Miguel Serrano, miembro de esta misión arqueológica desde hace más de una década y codirector de la misma.
Durante la campaña arqueológica de 2013 realizada por esta expedición, los expertos han descubierto también un ataúd infantil tipo rishi de la dinastía XVII y se ha iniciado además el estudio sistemático de las momias de animales, procediendo a su extracción, descripción, inventariado, fotografía y radiografía.
61 momias
En doce días de trabajo se extrajeron 61 momias y se radiografiaron una selección de 25 ejemplares. Los paquetes de forma cónica hallados parecen contener todos ellos el esqueleto completo, o casi completo, de un ibis en relativo buen estado; los paquetes cuadrangulares por su parte, parecen contener un amasijo amorfo de huesos de ave.
El aspecto ennegrecido de algunos de los paquetes, según señalan los expertos, no es debido a que hayan sido expuestos al fuego, sino que es consecuencia del tratamiento con aceites y resinas aplicado directamente sobre las momias antes de ser envueltas.
A la entrada de la cámara, se ha hallado el cuerpo desecado y en pie de una perra, colocado ahí intencionadamente con el objetivo de que pareciera como si estuviera vigilando el acceso. Esta costumbre de colocar a un individuo o animal como si estuviera actuando de vigía de un enterramiento, ya fuera un pozo o una galería, ha sido constatado en otros lugares de las tumbas reutilizados en esta época, a mediados del siglo II a. C. El estudio de todos estos restos continuará en la próxima campaña porque “estamos seguros de que aún queda mucho por descubrir”, afirma Serrano.
En los últimos tres años, los miembros del Proyecto Djehuty ha casi duplicado la superficie de excavación donde han hallado una serie de capillas funerarias y un depósito de cerámicas, también de tipo funerario, de los más grandes que se han encontrado hasta el momento.