Este año el rover de la misión ExoMars despegará hacia el planeta rojo, se pondrá en órbita lunar la misión Artemis I con una nave de la NASA y un módulo de servicio europeo, el telescopio Webb facilitará sus primeras imágenes y se presentará la siguiente promoción de astronautas de Europa. El director general de la Agencia Espacial Europea, Josef Aschbacher, lo ha explicado este martes en una rueda de prensa.
Como cada comienzo de año, la Agencia Espacial Europea (ESA), con su director general Josef Aschbacher al frente, ha convocado a los medios para detallar las misiones, lanzamientos y proyectos que desarrollará a lo largo de 2022.
Según ha explicado Aschbacher en una rueda de prensa online, el presupuesto de la ESA para este año asciende a 7.152 millones de euros, de los que casi tres cuartas partes se destinarán a programas de observación de la Tierra, transporte espacial, navegación y exploración espacial robótica y humana.
Detalle del presupuesto de la Agencia Espacial Europea para 2022 presentado por su director general, Josef Aschbacher. / ESA
El próximo mes de marzo está previsto el lanzamiento de la misión Artemis I en órbita alrededor de la Luna, la primera de la nave espacial Orión de la NASA en la que la ESA participa con su Módulo de Servicio Europeo (ESM). Mientras, continúan los preparativos para Artemis II, que llevará tripulantes.
Los módulos ESM de estas misiones proporcionarán todo lo necesario para que los astronautas puedan vivir y llegar sanos y salvos a la órbita lunar, como aire, agua, electricidad, propulsión, control de temperatura y estabilidad estructural.
En abril la astronauta italiana de la ESA Samantha Cristoforetti iniciará su segunda misión en la Estación Espacial Internacional (ISS), donde ejercerá de comandante en la Expedición 68. Ese mismo mes volverá el astronauta alemán Matthias Maurer tras realizar multitud de experimentos en el complejo orbital.
Las esperados nuevos datos de la misión Gaia 3 se darán a conocer entre mayo y junio, cuando también se harán públicas las primeras imágenes y espectros (Early Release Science) del telescopio espacial James Webb, liderado por la NASA pero con una importante contribución europea.
Pero si hay un evento clave para la ESA este año es el lanzamiento del rover Rosalind Franklin de ExoMars, en colaboración con la agencia rusa Roscosmos, que en septiembre despegará hacia Marte para buscar signos de vida en el planeta rojo. El vehículo de esta misión ha completado con éxito varias pruebas y, a falta de algunos pequeños ajustes, todos sus componentes están listos.
“El margen de programación es positivo, ya se ha probado el paracaídas principal de 35 m, la prueba del software de vuelo está en marcha, se han iniciado los test de operaciones, se está reparando la electrónica rusa y la campaña de lanzamiento en el comódromo de Baikonur comienza en abril”, ha detallado Aschbacher sobre ExoMars 2022.
Por su parte, aunque sin fecha prevista todavía, los vuelos inaugurales de los lanzadores Ariane 6 (más pesado) y Vega-C (ligero) desde el puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa, también están previstos para este año. Desde el mismo lugar despegará también el primer satélite Meteosat de Tercera Generación.
Además, en 2022 la ESA sigue desarrollando una nueva generación de satélites de observación de la Tierra, como FLEX, Biomass y EarthCARE, y colaborando con la Unión Europea en el desarrollo de seis nuevos satélites Sentinel para el programa Copernicus.
A finales de año, en noviembre, acabará el proceso de selección de astronautas de la ESA. Este martes se ha confirmado que se ha completado la primera fase: de las más de 23.000 solicitudes presentadas, 1.391 candidaturas han pasado a la segunda fase, en la que se realizaran pruebas cognitivas, técnicas, de coordinación motriz y de personalidad. Entre los finalistas está previsto seleccionar a un astronauta con discapacidad física, un parastronauta.
La exploración espacial con humanos europeos es, junto a otras misiones futuras, como traer muestras de una luna helada, proyectos “inspiradores” para la ESA, según ha comentado su director, quien ha reconocido que Europa –frente a otras potencias espaciales como EE UU, China y Rusia– carece de medios independientes para llevar a cabo esa exploración y transporte espacial con tripulantes, por lo que no dispone de sus beneficios científicos, económicos y políticos potenciales.
“Es una elección política, se necesita un debate político”, ha señalado Aschbacher. En este sentido, las decisiones que se adopten en el Consejo Ministerial de la ESA que se celebrará en París en noviembre pueden ser relevantes, aunque antes, el próximo mes de febrero, se organizará la Cumbre Espacial Europea en Toulouse, también en Francia.
El equipo de Airbus posa con el Módulo de Servicio Europeo durante los preparativos para su envío al Centro Espacial Kennedy de la NASA. / NASA/Rad Sinyak