Sólo un 36'8% de los pacientes con síndrome mielodisplásico de bajo riesgo reciben tratamiento para eliminar el exceso de hierro provocado por las continuas transfusiones que reciben debido a la anemia que padecen. Así lo recoge un estudio español en el que han participado el Hospital Clínico Universitario de Salamanca, el Río Ortega de Valladolid, el General Yagüe de Burgos, el Hospital de León y el Centro Asistencial de Palencia, entre otros hospitales nacionales, y cuyos resultados han sido presentados en XIII Congreso de la Sociedad Europea de Hematología, celebrado en Copenhague (Dinamarca).
Los síndromes mielodisplásicos son un grupo de enfermedades que se caracterizan por la incapacidad de la médula ósea de producir células sanas, lo que motiva una formación defectuosa de los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, así como de las plaquetas, y constituyen una de las enfermedades hematológicas más comunes en adultos mayores de 60 años. En los pacientes de bajo riesgo, es decir, aquellos que no evolucionarán de forma rápida a una leucemia mieloide aguda, el objetivo fundamental del tratamiento es controlar la sintomatología provocada por el descenso de hemoglobina, según la información del Grupo Novartis recogida por DiCYT.
La anemia es el síntoma más frecuente, de forma que en el 80% de los casos se presenta esta manifestación en el momento del diagnóstico, y más del 95% la desarrollarán durante su evolución. A este respecto, se estima que es necesario realizar transfusiones sanguíneas frecuentes en más del 90% de los casos en un momento u otro de su evolución. El único tratamiento farmacológico eficaz para eliminar el exceso de hierro en las anemias transfusionales es administrar un quelante del hierro. En él, un agente se une al hierro del organismo y de los tejidos, después lo elimina a través de la orina y de las heces.
Detectar la sobrecarga de hierro
"El ser humano no dispone de un mecanismo fisiológico de pérdida de hierro, fuera de la hemorragia, con lo que cada molécula de hierro que penetra en el torrente sanguíneo se queda en el organismo. Por tanto, el tratamiento quelante del hierro debe iniciarse tan pronto como se detecte la existencia de sobrecarga de hierro moderada", explica Ángel Remacha, consultor del Servicio de Hematología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y uno de los responsables de la investigación, denominada Estudio IRON.
La investigación puso en marcha para estudiar y conocer la situación de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos de los síndromes mielodisplásicos de buen pronóstico. En este trabajo han participado un total de 81 hospitales de toda España, con un seguimiento completo a 549 pacientes con dependencia transfusional. Los datos sugieren que la sobrecarga férrica de estos pacientes ha sido tratada poco, tarde y mal debido a la complicada tolerancia del tratamiento quelante estándar. Más del 90% de los pacientes fue tratado con desferoxamina y tan sólo un 5'4% lo hizo con una pauta efectiva de este tratamiento durante un año.
Nuevo tratamiento oral
El tratamiento quelante estándar utilizado hasta ahora requiere infusiones cada noche que se administran mediante una aguja y una bomba de infusión, y que con frecuencia duran entre ocho y 12 horas durante cinco o siete noches a la semana mientras el paciente siga recibiendo transfusiones de sangre o tenga un exceso de hierro en el organismo. "A pesar de su eficacia, la incomodidad de su administración lo convierte en un tratamiento de difícil tolerancia en muchos pacientes como bien ha puesto de manifiesto el estudio", explica Remacha. En ese sentido, una de las grandes novedades en este campo es la disponibilidad de un tratamiento quelante oral, que proporciona una mejor tolerancia de los pacientes, al administrarse una sola vez al día por vía oral, de forma que incrementará la calidad de vida de los pacientes.