Nueva herramienta para evaluar ‘online’ la viabilidad de instalar plantas de biogás

Científicos de AINIA centro tecnológico y otras instituciones europeas han creado SmallBIOGAS, una aplicación para valorar por internet la viabilidad técnica, económica y ambiental de levantar un centro de producción de biogas agroindustrial. Las pymes agroalimentarias que trabajan en este ámbito son los potenciales usuarios.

Técnico de AINIA en planta piloto de biogás
Técnico de AINIA en planta piloto de biogás. / AINIA centro tecnológico

El proyecto europeo BIOGAS3, coordinado por AINIA centro tecnológico, ha puesto en marcha SmallBIOGAS, una herramienta informática on line que permite evaluar la viabilidad técnica, económica y ambiental de la instalación de plantas de producción de biogás a pequeña escala.

Disponible en la Web del proyecto, www.biogas3.eu, permite a las empresas identificar sus necesidades energéticas, y las dificultades que pueden surgir a la hora de instalar una planta de biogás agroindustrial propia.

Por otra parte, el proyecto activará una serie de acciones de asesoramiento, divulgativas y formativas dirigida a las explotaciones agroalimentarias españolas. La primera de ellas, el próximo 3 de marzo a través de un seminario online, de carácter gratuito, en la plataforma Webinar, donde se explicará la tecnología de producción de biogás, sus ventajas, así como casos de éxito de diversas instalaciones españolas.

Aprovechar los residuos orgánicos de la industria agroalimentaria para hacerla autosuficiente energéticamente

Así mismo, BIOGAS3, estará presente en la Feria BTA (Barcelona) el 23 de abril, donde desarrollará un Workshop, y el 24 una visita a plantas de biogás de pequeña escala que realizan autoconsumo energético en la propia empresa agroalimentaria. Al margen de la presencia en el certamen, el proyecto también llevará a cabo acciones formativas cara a cara, así como una continua formación online a través de su web.

El sector agroindustrial se caracteriza por un alto consumo de energía y alta producción de residuos orgánicos. Debido a la importancia de estos dos aspectos, comenta Paz Gómez, departamento de Medio Ambiente, Bioenergía e Higiene Industrial de AINIA: “la gestión eficaz de estos dos criterios es crucial, especialmente para las pequeñas y medianas industrias agroalimentarias.

El uso de residuos orgánicos en una planta de biogás tiene el potencial de reducir en algunos casos los costes de gestión, y a su vez, producir electricidad y calor para su uso en la propia instalación agroalimentaria, de modo que favorezca la autosuficiencia energética a través de energía renovable, reduciendo así la factura de energía”.

El proyecto tiene como objetivo respaldar al sector de la agroalimentación en la producción sostenible de energía renovable a pequeña escala para su autoconsumo, a partir del biogás agroindustrial obtenido de las materias orgánicas sobrantes de la industria agrícola, alimentaria y de bebidas. Para ello, está identificando las necesidades energéticas del sector agroalimentario y las dificultades que pueden surgir a la hora de instalar una planta de biogás agroindustrial propia.

Beneficios para las PYMES agroalimentarias

El biogás es un combustible generado por la descomposición de la materia orgánica por parte de ciertos microorganismos en condiciones anaerobias, es decir, en ausencia de oxígeno. El metano (CH4) es el gas que se encuentra en mayor proporción en la composición del biogás, en torno al 50-65% (%V), lo que le otorga un elevado poder calorífico. Además, se compone de dióxido de carbono (CO2) entre 35-50% (%V), y una baja proporción de vapor de agua (H2O), sulfuro de hidrógeno (H2S), amoníaco (NH3) e hidrógeno (H2), entre otros compuestos.

La digestión anaerobia para la producción de biogás es una tecnología muy conocida y utilizada en las plantas de tratamiento de residuos y aguas residuales municipales. La energía contenida en el biogás se puede utilizar como combustible, pero también puede convertirse en electricidad y calor y tiene muchos beneficios, especialmente para las instalaciones de producción agroalimentaria.

Entre ellas: ahorro de energía (autoconsumo), ahorro de costes de gestión de residuos, minimización del impacto ambiental, reducción de la huella de carbono y reducción de emisiones de CO2, entre otros. Los materiales sobrantes de la producción de biogás agroindustrial también pueden aprovecharse y tratarse para obtener nutrientes con los que producir biofertilizantes sin consumo de combustibles fósiles.

Además de AINIA centro tecnológico, este proyecto lo integran representantes de asociaciones industriales e instituciones de investigación relacionadas con la agricultura y la industria agroalimentaria como son FIAB (España), IrBEA (Irlanda), ACTIA e IFIP (Francia), Universidad de Turín y Tecnoalimenti (Italia), RENAC (Alemania), JTI (Suecia), FUNDEKO (Polonia).

Fuente: AINIA centro tecnológico
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados