El Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València participa en un proyecto europeo cuyo objetivo es desarrollar un sistema alternativo de iluminación asequible y con múltiples aplicaciones en el mercado. Los nuevos paneles transparentes en los que trabaja actualmente el Instituto podrían, por ejemplo, sustituir las ventanas convencionales y durante el día permitir la entrada de luz natural y durante la noche convertirse en emisores de luz artificial.
El proyecto llamado CombOLED pretende avanzar los OLEDs, unos dispositivos emisores de luz basados en materiales orgánicos (en inglés, “organic light -emitting diodes”). Desde su invención en el año 1987 se han mejorado mucho las prestaciones de esta tecnología, lo que ha despertado el interés de las grandes empresas de iluminación como General Electric, Philips y Osram.
Los OLEDs ya se están usando para pantallas de color en mp3, en teléfonos móviles y, más recientemente, en televisores. El grosor de la capa activa de un OLED es de tan sólo 0,0002 milímetros que permite su fácil aplicabilidad a superficies grandes pero, hasta la fecha, resultaba demasiado costoso su producción a gran escala.
Por ello, el proyecto CombOLED se planteó, como uno de sus principales objetivos, disminuir el coste de producción para que los OLEDs sean competitivos con los sistemas de iluminación clásicos. Los OLEDs son más eficientes que las bombillas a la hora de convertir la energía eléctrica en luz y superan incluso la eficacia de los tubos fluorescentes. Considerando que se destina el 20 % de todo el consumo eléctrico a nivel mundial a la iluminación, los nuevos dispositivos pueden tener un gran papel en el futuro para reducir el gasto energético, y, a la vez, minimizar la generación de gases de efecto invernadero como el CO2.
Por su reducido grosor y estructura flexible, se ha demostrado que es posible desarrollar novedosos sistemas de iluminación basados en OLEDs como cintas flexibles adaptables a suelos y techos, interiores de automóviles, escaparates o como elementos decorativos. El segundo objetivo del consorcio europeo es demostrar la posibilidad de generar OLEDs transparentes, lo que se podría traducir en la sustitución del cristal tradicional por paneles luminosos transparentes.
El proyecto CombOLED tiene una duración de 3 años, está enmarcado en el 7PM de la Comisión Europea y tiene un presupuesto total que asciende a 7 millones de euros. La UV es el único socio universitario del consorcio y, entre sus 7 socios, figuran grandes empresas del sector como Siemens y Osram.
El papel de la UV en el proyecto es el desarrollo de nuevos materiales y de prototipos de dispositivos. En palabras del Dr. Hendrik Bolink, responsable del proyecto por parte de la Universidad de Valencia, “estamos diseñando nuevos materiales moleculares que permiten ser procesados desde su disolución utilizando procedimientos tan simples como la impresión por chorro de tinta. Estos nuevos materiales tendrán que ser transparentes y de alta conductividad para poder utilizar electrodos transparentes como óxidos metálicos”.
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