Investigadores de la Universidad de Granada, coordinados por la profesora Matilde Casas, están terminando el primer corpus completo de fuentes bizantino-eslavas con más de 100 textos en lengua original y traducciones al español. Abarcan desde las primeras menciones a los eslavos en los textos bizantinos (siglo VI) hasta el siglo XIII y su objetivo es ponerlas a disposición del público a través de una página web.
Que el litigio de Kosovo se remonta a la Edad Media o que Rusia es producto de la mezcla entre los pueblos eslavos orientales y la tribu escandinava de los varegos no son conocimientos generalizados hoy. La Europa oriental, los Balcanes, Rusia y la configuración de sus estados son auténticos desconocidos para España. En un momento en el que la Unión Europea está ampliando sus fronteras hacia el este, resulta “imprescindible comprender la historia de estos pueblos, cómo se han conformado como nación, cuáles son sus fundamentos ideológicos e institucionales para, a través de ello, fomentar el respeto y la tolerancia”, asegura Casas.
Animados por esta idea, la profesora Casas y su equipo de investigación, compuesto por filólogos clásicos y eslavistas, están “elaborando un corpus de fuentes documentales sobre las relaciones entre Bizancio y los pueblos eslavos”. En este corpus “incluimos fuentes que hasta ahora no se consideraban en trabajos tradicionales, como las hagiografías y otros textos eclesiásticos (himnos o actas de monasterios), cuyo valor documental no se había estimado y que, sin embargo, constituyen una fuente muy valiosa para la reconstrucción de la historia más próxima al pueblo, a su mentalidad. También la proliferación de leyendas populares transmitidas en la literatura en torno a los hitos históricos ofrece un alto contenido informativo en cuanto que se trata de la interpretación de los hechos por los contemporáneos. Al cotejar la información que ofrecen con la historiografía tradicional dan muchos datos nuevos”. Incluso les ha llevado a localizar personajes nuevos como el caso del “Comandante bizantino Pedro Patricio, que tuvo una participación relevante en los enfrentamientos con los búlgaros durante el s. IX y aparece en múltiples textos en los que se mezcla la figura histórica con la legendaria, llegando a presentarse como un verdadero héroe épico o como un santo varón”, explica Matilde Casas.
Además, están cotejando textos bizantinos con textos paleoeslavos, “algo que tampoco se había hecho hasta ahora”. En todos los casos, los investigadores trabajan con fuentes documentales originales en griego y en lenguas eslavas, y las están traduciendo al castellano para salvar “la práctica ausencia de traducciones de estos textos a lenguas modernas, basadas en ediciones críticas y observándose la interrelación de fuentes de distinta naturaleza tanto geográfica como literaria”. Es el caso de las Crónica de los años pasados, una compilación de las crónicas elaboradas en los monasterios del siglo XII fundamental en la historia de los rusos. Según Casas, “no hay traducciones publicadas de la edición crítica revisada de esta obra a lenguas modernas”.
En Internet, en un año
El siguiente paso es organizar toda esa información en un soporte informático, indexarla, clasificarla, incluir la bibliografía y lograr un buen sistema de búsqueda que resulte útil para investigadores con y sin conocimiento de las lenguas originales (los primeros podrán acceder al texto original y los segundos tendrán una traducción crítica de calidad) y también para los interesados en la materia. El objetivo, además de publicar en papel, es publicar los resultados en formato electrónico en un año. “Creemos que la integración de la base de datos en Internet contribuirá a la difusión del proyecto y será útil en diferentes áreas del conocimiento: filología, historia, bizantinística, eslavística, estudios balcánicos, ciencia de las religiones...”.
Este proyecto -en el que la Universidad de Granada ha colaborado con las universidades de la Sorbona y la Complutense de Madrid, entre otras- ha sido apoyado en una primera fase por el Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas de Granada y en una segunda fase, por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, que lo ha calificado como proyecto de Excelencia y lo ha incentivado con 87.000 euros.