El pasado 19 de junio nació oficialmente el Instituto de Matemáticas Interdisciplinar (IMI) de la Universidad Complutense de Madrid. Su objetivo es fomentar la investigación en este campo y aprovechar el potencial que surge de la colaboración entre científicos de distintas áreas reunidos en torno a la resolución de un problema común.
Optimizar los recursos que se utilizan en una misión a Marte, diseñar para un campeón del mundo el bañador que ofrezca la menor resistencia al agua, o modelizar los vaivenes del caprichoso tiempo atmosférico son problemas en principio dispares cuya solución, sin embargo, tiene una base común: las Matemáticas. Y es que esta disciplina, de la que se afirma que es “lenguaje universal”, es la llave para resolver las cuestiones más complejas que se plantean a menudo en el seno de las materias más diversas. Conscientes de lo fructífera que puede ser la cooperación entre expertos matemáticos y especialistas de otras áreas, investigadores de la Complutense han creado el Instituto de Matemáticas Interdisciplinar.
La idea de impulsar este Instituto surge, según Juan Tejada, decano de la Facultad de Ciencias Matemáticas, porque “parecía necesario promover de forma explícita que la Matemática mirara hacia fuera, hacia los problemas de la ciencia, la tecnología y la sociedad, favoreciendo la relación entre campos en principio diferentes”. De esta forma, se ha pasado de una perspectiva teórica tradicional a otra basada en la aplicación de este conocimiento a aquellas cuestiones cuya resolución demanda la sociedad.
Ildefonso Díaz, director del IMI, lo explica así: “La interdisciplinariedad siempre ha sido necesaria, pero ahora esta necesidad se ha hecho más patente. Hasta hace relativamente poco la ciencia era muy abstracta, y se llamaba a Alemania o Estados Unidos cuando se quería resolver un problema. Ahora se está favoreciendo la innovación, con lo que se traen problemas muy concretos a la Universidad. Así, la respuesta que damos a la industria es más útil, los enfoques de expertos de diferentes disciplinas son distintos. Entre todos encontramos una solución, y eso es relativamente nuevo en nuestro país”.
“Se trata de provocar una reunión en torno a un problema de base científico, aportando visiones complementarias, lo que supone un enfoque enormemente rico”. Por ahora setenta investigadores se han adherido a este Instituto, todos ellos calificados como “excelentes” –es decir, con más de 12 años de carrera investigadora a sus espaldas-. Su actividad se estructurará en torno a varias áreas temáticas estratégicas, elegidas tanto por su complejidad como por sus perspectivas de desarrollo y su relevancia social.
Áreas temáticas
En una de ellas, Biología Matemática, se tratarán cuestiones como la caracterización del proceso de formación de vasos sanguíneos en embriones (vasculogénesis), la formación de trombos o el diseño de protocolos óptimos de radioterapia. En el área de Criptografía e Información Cuántica se abordará la interrelación de las Matemáticas con otros campos como la informática, la física o la ingeniería, y se tratarán temas como el cifrado y descifrado de claves públicas, análisis de éstas, información cuántica, etc.
En el campo de la Modelización y Simulación, coordinado por Ildefonso Díaz, se aplican ecuaciones para el estudio de los problemas prácticos más diversos, desde la conservación de alimentos o la modelización del clima terrestre hasta el seguimiento de manchas de petróleo o la obtención y estudio de imágenes biomédicas.
En el programa Técnicas para la Información y de la Decisión se estudiarán y desarrollarán algoritmos asociados a la toma de decisiones, incluyendo el diseño y la elaboración de software. Y en el de Matemática Pura Intertemática se tratarán los problemas comunes a áreas como el Álgebra, el Análisis, la Geometría o la Topología.
Además de promover la interdisciplinariedad entre especialidades diversas, el IMI se plantea el objetivo de “materializar los descubrimientos matemáticos en la industria”. Algo que, según Ildefonso Díaz, es cada vez más frecuente: “El número de contratos que recibimos ahora era impensable hace unos años. Las empresas nos llaman cada vez más a menudo”.
Con la creación de esta entidad, los investigadores contarán también con una voz y una representación en instituciones suprauniversitarias, tanto a nivel nacional como europeo. Todo de cara a reforzar el papel de una materia que, afirma Díaz: “nace de la naturaleza, del mundo”. Y añade: “Reivindicamos el papel útil de la Matemática”, una disciplina que subyace en buena parte de los problemas aún por resolver.
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