Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León ha aplicado las nuevas tecnologías para mejorar dos sistemas de medición aplicados al deporte. Por un lado, la incorporación de un programa informático a una plataforma de saltos que registra diferentes manifestaciones de fuerza del sujeto, que permite ajustar los protocolos al tipo de deporte. Por otro, un sistema de fotocélulas Sensores de infrarrojos) de doble haz que, según han demostrado, incrementa la precisión del cronometraje en los puntos de paso del deportista.
En el primer caso, el trabajo se dirigían a mejorar un protocolo para valorar la fuerza que se aplica en plataforma de salto: un instrumento mide el tiempo de vuelo del deportista (con precisión de +/- 1 milisegundo) y, mediante unos protocolos estandarizados, “se determina la altura del vuelo y de ahí se infiere la capacidad de fuerza explosiva del salto”, explica a DICYT Juan Carlos Morante Rábago, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y autor del estudio junto con su grupo de investigación.
Este método para valorar diferentes manifestaciones de fuerza “no es específico de ninguna disciplina”, afirma Morante, “pero son muy importantes en voleibol, baloncesto o atletismo”. Así, los investigadores de la Universidad de León han unido a la plataforma un software abierto “para que cada investigador o entrenador pueda diseñar su propio protocolo de saltos”, ya que “para la práctica del voleibol interesa realizar un protocolo de saltos repetidos diferente al que se emplea, por ejemplo, en futbolistas”. Las Pruebas de validación de estos sistemas se han desarrollado en el Laboratorio de Biomecánica de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Por otro lado, los investigadores también han desarrollado unas fotocélulas láser que incorporan una tecnología de doble haz. Con este sistema se sincronizan dos fotocélulas, que se sitúan una a la altura de la cadera y otra del hombro, y el sistema “no registra que el deportista pasa hasta que no se cortan las dos de forma simultánea”, comenta Juan Carlos Morante. El sistema incorpora también un software desarrollado por los investigadores para configurar diferentes protocolos de medición y ganar en precisión de cronometraje.
¿Qué son las fotocélulas?
Una fotocélula es un componente electrónico que genera un haz de luz infrarroja y detecta si este se mantiene o ha sido cortado. La fotocélula funciona como un interruptor al paso de la corriente eléctrica. Esto significa que, al ser cortado el haz, puede accionar, poniendo en marcha o deteniendo, casi cualquier mecanismo eléctrico o electromecánico. La principal aplicación deportiva de las fotocélulas es la de conectarlas al arranque y a la detención de un cronómetro, aunque también pueden, por ejemplo, poner en marcha una cámara de vídeo o conectar una plataforma de fuerzas, en el momento en que el atleta llega a determinado punto de la pista.