Un equipo de AZTI-Tecnalia localiza los restos de un barco de las características del Bou Nabarra

AZTI-Tecnalia ha identificado en el fondo del mar frente al cabo de Matxitxako los restos de un bou que pudo pertenecer a la Marina de Guerra de Euskadi. Las investigaciones apuntan a que podría tratarse del Bou Nabarra, aunque aún el Gobierno Vasco no está en condiciones de confirmar que se trata de este buque. La comprobación definitiva no podrá llevarse a cabo hasta primavera, cuando un grupo de buzos se sumerja, tome muestras del pecio hallado y se realicen las comprobaciones oportunas.

AZTI-Tecnalia ha identificado en el fondo del mar frente al cabo de Matxitxako los restos de un bou que pudo pertenecer a la Marina de Guerra de Euskadi. Las investigaciones apuntan a que podría tratarse del Bou Nabarra, aunque aún el Gobierno Vasco no está en condiciones de confirmar que se trata de este buque. La comprobación definitiva no podrá llevarse a cabo hasta primavera, cuando un grupo de buzos se sumerja, tome muestras del pecio hallado y se realicen las comprobaciones oportunas.

Hasta ese momento, aunque existe un grado de certeza absoluta de que es un bou, es necesario mantener la máxima prudencia. Las medidas, imágenes y situación del barco permiten suponer que los restos localizados podrían ser de un bou de la Marina Auxiliar de Euskadi que luchó durante la Guerra Civil contra el franquismo y en el que murieron 30 gudaris.

Además, se debe de tener en cuenta que nos podemos hallar ante un descubrimiento histórico de máxima relevancia y, por tanto, toda la prudencia es exigible. No obstante, a fecha de hoy, y aunque las característcias del pecio apuntan a que pudiera tratarse del Bou Nabarra, no existe una confirmación total y absoluta de que esto sea así. La confirmación definitiva sólo podrá realizarse cuando se lleve a cabo una inspección submarina por parte de buzos especializados.

Historia de un hallazgo

Entre los trabajos encargados por el Gobierno Vasco a AZTI-Tecnalia está el de llevar a cabo la cartografía para la caracterización de fondos de la plataforma continental vasca, con una finalidad medioambiental. Esta planimetría se realiza mediante una sonda acústica multihaz de alta frecuencia y máxima resolución. Durante el mes de agosto de 2007 se llevó a cabo la recogida de datos cartográficos de la zona comprendida entre Cabo Villano y Cabo Matxitxako, y en noviembre de 2007, analizando los datos registrados en la zona prospectada durante el verano, los expertos identificaron un pecio (barco hundido) en las proximidades de Matxitxako, sobre fondos de unos 100 metros de profundidad y en relativo buen estado.

Al estudiar el registro en detalle se obtuvieron datos concretos sobre las dimensiones del buque hundido e inmediatamente se contrastaron con el registro histórico existente. La eslora del buque, al encontrarse partida en dos por detrás del puente, es difícil de estimar con exactitud, pero se estima entre 65 y 70 m. Sin embargo la manga se puede medir perfectamente, alcanzando 10,40 m en su parte más ancha.

De todos los posibles barcos hundidos en la zona, uno coincide con la manga del detectado: el Bou Nabarra. Su eslora era de 65,40 m lo que también se corresponde con las medidas calculadas, a pesar de encontrarse partido.

El hecho de hallarse partido en dos por la popa, coincidía también con las crónicas de la época que describen como el buque se hundió de popa. Al colisionar con el fondo se fracturó por detrás del puente y luego se posó sobre el lecho marino. Todos estos indicios llevaron a comenzar una investigación y recopilación de información histórica para intentar acotar las posibilidades de que se tratase de algún otro buque de similares características al Bou.

A día de hoy no se ha encontrado registro alguno que indique el hundimiento de otro buque de similares características en la zona.

Con estos datos se decidió realizar una campaña para filmar el pecio y así poder obtener alguna prueba sobre la identidad del buque. La profundidad a la que se encuentra el pecio (cerca de 100 m), limita y encarece enormemente una campaña de identificación mediante buceo y por ese motivo se decidió utilizar un vehículo submarino operado a distancia (ROV), para obtener las primeras imágenes del barco. El 15 de febrero se realizó la inspección y se exploró la proa del buque, ya que esta es la zona que, a priori, mejor parecía estar conservada.

Durante la exploración, que duró más de cuatro horas, se registraron diversos elementos que posteriormente fueron analizados, comparando las imágenes obtenidas con el registro fotográfico histórico y con los planos disponibles del buque. Estos planos corresponden al bacaladero -tipo bou- de la PYSBE de nombre original Vendaval, antes de su reforma para pasar a formar parte de la Marina Auxiliar de Euskadi con el nombre de Bou Nabarra.

Los diversos elementos contrastados coinciden (maquinilla, barandilla, anclas, portillos, etc.) con el Bou Nabarra. Sin embargo, no se ha hallado una prueba concluyente de que se trate de este navío. Por ejemplo no ha sido posible localizar el cañón de proa, ya que la zona donde se ubicaría el mismo se halla muy deteriorada, tal vez debido a este punto fue uno de los objetivos principales del crucero Canarias.

En estos momentos se puede afirmar que el buque hundido reúne todas las características de un bou, pero sólo una inmersión mediante un equipo especializado de buzos y la extracción de una prueba concluyente (campana, restos personales, etc.) podrán confirmar al 100% la identidad del barco.

El Combate naval tuvo lugar el 5 de marzo de 1937 cerca de cabo Matxitxako, al atacar el crucero franquista Canarias a un convoy que se dirigía a Bilbao protegido por los bous de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. El Bou Nabarra hizo frente al crucero Canarias durante más de 3 horas pero finalmente fue hundido en un lugar próximo a Matxitxako. En la batalla murieron 30 de los 49 tripulantes abordo del Bou.

Fuente: AZTI-Tecnalia
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