Un nuevo método detecta errores en las cámaras digitales fotogramétricas

Desde que en 2004 se sustituyeron las cámaras fotográficas analógicas de gran formato por las digitales, la comunidad internacional fotogramétrica no ha dejado de trabajar en este campo, en el que se enmarcan muchos trabajos del Departamento de Ingeniería Cartográfica y del Terreno de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Salamanca. El último está recogido en la tesis doctoral de Benjamín Pérez Arias, profesor de Topografía y vicerrector de Coordinación del Campus de Ponferrada, de la Universidad de León.

Tesis llevada a cabo en Ávila.
Representación gráfica de cómo un punto determinado es fotografiado desde varias alturas y posiciones.

La fotogrametría es la obtención de información métrica de objetos a través de fotografías. Puede ser métrica (preferentemente) pero también puede ser sólo información visual. Los objetos que van a fotografiarse pueden ser muy variados: desde imágenes aéreas para hacer cartografía, hasta fotografías de objetos pequeños.

Bautizada como Análisis de la incorporación de las cámaras digitales de gran formato en el proceso fotogramétrico, la tesis arrancó, precisamente, con el nacimiento de este tipo de cámaras y se marcó un objetivo: analizar su influencia en los procesos fotogramétricos aéreos y comprobar cómo respondían en el trabajo a pie de campo.

“Lo primero que comprobé fue que en las mediciones manuales, las cámaras digitales de gran formato no aportaban grandes mejoras”, apunta el profesor Arias, que en cambio asegura que en las mediciones automáticas sí que se aportaban muchas ventajas tras “pulir algunos aspectos geométricos de las imágenes”, dice. En este punto se encuentra el primero de los logros de este trabajo, que ya ha conseguido que las casas comerciales que venden este complejo y especializado material fotográfico hayan introducido mejoras en sus equipos.

Además, la tesis llevada a cabo desde Ávila ha aportado otra novedad: una metodología que permite detectar errores sistemáticos en las cámaras digitales de gran formato. “Hay que tener en cuenta que se trata de equipos modulares”, apunta el profesor, “que cuentan con hasta ocho objetivos (las analógicas tienen sólo uno) y que en algún caso podrían estar ligeramente distorsionados. Y eso es algo que hasta la fecha no se había hecho nunca”.

Tal y como explica Javier Gómez Lahoz, director de la tesis, “el empleo de parámetros adicionales, así como el uso de pasadas con diversa orientación, permiten detectar y corregir determinados sistematismos de las cámaras imputables a su carácter modular y que tienen un reflejo en los parámetros de desalineamiento entre la cámara y el sistema inercial (en su componente acimutal) y en los parámetros internos de la cámara (en la posición del punto principal)”.

Vuelos de calibración

“El punto de partida fueron varios vuelos sobre un campo de calibración, proyectados con pasadas longitudinales y transversales, y tomados desde dos alturas diferentes. Estos vuelos fueron efectuados con dos cámaras UltraCamD, y en el análisis de los resultados se detectó que para una de ellas el punto principal de autocolimación (procedimiento necesario para ajustar un anteojo haciendo coincidir el retículo con su imagen reflejada en un espejo plano situado delante del objetivo) era variable”.

Esa variación tenía un correlato en el desalineamiento de la cámara, que podría interpretarse como un sistematismo “independiente de los datos del GPS y de los puntos de apoyo, pero que al mismo tiempo se mostró dependiente de la dirección de las pasadas”. Por eso, el profesor concluyó que “la diversidad en las direcciones de las pasadas absorbe este sistematismo” y propuso como metodología para la calibración de estas cámaras que a partir de un vuelo de dos alturas sobre un campo de calibración se pudieran calcular los parámetros de los sensores implicados y obtener una mejor imagen.

Fuente: DiCYT
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados