La empresa Heligemas se dedica a la cría en cautividad del caracol chapa y el serrano en Andalucía. Con la primera especie, de gran valor gastronómico, han logrado con éxito la cría en laboratorio y el traslado de la técnica a la media escala de producción, que representa el paso previo a la escala comercial.
La Empresa de Base Tecnológica Heligemas, de la Universidad de Sevilla, se dedica a la cría en cautividad del caracol terrestre, en concreto de dos especies: Iberus g. gualterianus, conocida como chapa; e Iberus alonensis (s. l.), o serrano.
Respecto de la primera, en peligro de extinción, han logrado con éxito la cría en laboratorio y el traslado de la técnica a la media escala de producción, que representa el paso previo a la escala comercial. Para la especie serrano han conseguido, por el momento, la cría en el laboratorio.
La técnica y la tecnología empleada para lograr estos objetivos son propias e ideadas por la empresa. “Aunque se basan en los mismos principios que se aplican para la cría de Helix aspersa, el caracol más criado en el mundo, las soluciones que hemos encontrado nada tienen que ver con las de esa especie, al disponer de requerimientos biológicos muy diferentes”, indica a la Fundación Descubre el profesor de la Universidad de Sevilla José Ramón Arrébola.
Heligemas tiene una trayectoria de más de diez años en la investigación de caracoles terrestres, especialmente en Andalucía, desde varias perspectivas. Como grupo zootécnico, estudian su biología, ecología, taxonomía y distribución geográfica entre otros aspectos.
También tienen interés como recurso natural y económico, al tratarse de un alimento del que es posible analizar variables como el consumo, el mercado, la calidad higiénico-sanitaria, la importación y exportación, etc. Por último, la unión de ambas perspectivas implica su estudio desde el punto de vista de su conservación y uso sostenible.
En este momento, Heligemas desarrolla el Programa de cría en cautividad de Iberus gualtieranus o chapa en Andalucía. “Este caracol tiene un gran valor faunístico que está actualmente amenazado, pero también es un rico manjar de la gastronomía almeriense, razón por la que, en buena parte, es una especie amenazada, debido a las capturas para consumo. La cría en cautividad es la herramienta para que pueda seguir representando ambas funciones”, indica Arrébola.
Bases tecnológicas de la cría
A partir del conocimiento de la biología de estas especies de caracoles en el campo, los investigadores han desarrollado las bases tecnológicas de la cría en cautividad de chapas, que son aplicables a serranos. Entre ellas destacan el control de los ciclos de actividad e inactividad; la identificación y control de factores reguladores de la reproducción que triplican la fecundidad natural y haber logrado el crecimiento del caracol hasta llegar a ser adulto en cuatro o cinco meses.
“Aunque la reproducción en el medio natural es fundamentalmente otoñal y se requiere de un periodo aproximado de dos años para completar el ciclo, los resultados de nuestras investigaciones permiten cerrarlo en seis meses e iniciar el proceso con independencia de las condiciones ambientales. De este modo se consiguen dos o más producciones al año”, explica Arrébola.
Por otra parte, las conchas tienen un tamaño y aspecto idéntico a los registrados en la naturaleza, la mortalidad juvenil es menor al 10%, mientras que en el medio natural puede llegar hasta el 95% y las densidades de cría son tan altas como las que se emplean con H. aspersa, sin que se hayan registrado fenómenos de enanismo. Además, desarrollan un control de enfermedades basado en la prevención y en ensayos terapéuticos.
Respecto a las instalaciones de la empresa, se encuentran en dos localidades de Sevilla: La Puebla del Río, donde existe una nave dedicada a la reproducción y primera fase de cría; y Aznalcázar, donde se encuentran los umbráculos, una especie de invernaderos formados por una estructura metálica y tela o malla de sombreo. En ellos se produce el engorde del caracol.
El objetivo final como empresa es la comercialización tanto de los caracoles criados como de las técnicas y diseños de cría, algo que le empresa espera lograr a lo largo de 2014. “El escenario planteado por Heligemas asume la creación de relaciones y entramados empresariales con futuros criadores interesados en ambas especies”, concluye el profesor de la Hispalense.