Congelar el semen de un verraco provoca daños físicos y químicos en la membrana del espermatozoide y retrasa el desarrollo del embrión. Los expertos cifran en un 50 por ciento la pérdida de fertilidad del semen de cerdo al congelarlo. Además, la vida útil de la muestra es de sólo 4 horas, lo cual dificulta su comercialización con fines reproductivos. Un centro tecnológico de León, Centrotec, ha estudiado el proceso de congelación para establecer métodos que mejoren la fertilidad del semen, entre los que se encuentran la aplicación de antioxidantes y la deshidratación del esperma.
Según explica a DICYT Carlos Domínguez Tejerina, director de Centrotec, la congelación del semen de cerdo produce unos daños en la membrana del espermatozoide debidos a su peculiar configuración. La membrana del espermatozoide de cerdo tiene más ácidos grasos y moléculas de colesterol, por lo que, al congelarse, sufre daños químicos y físicos: por un lado hay una alteración química que produce radicales libres, sustancias que oxidan; por otro, al bajar la temperatura la membrana se vuelve muy rígida, por lo que es más quebradiza por agujas de hielo.
Todo esto hace que "las lesiones de la membrana del semen de cerdo sean enormes por la congelación", sostiene Domínguez Tejerina. "La congelación produce también un retraso en el desarrollo del embrión en porcino", según el científico, catedrático de Reproducción Animal de la Universidad de León. Además, el semen congelado de cerdo sobrevive unas 4 horas, mientras que el refrigerado tiene 12 y el fresco 24. Todo esto conlleva una pérdida de fertilidad que el investigador cifra en el 50 por ciento, "un porcentaje muy elevado".
Aumentar la comercialización
Esta pérdida de fertilidad hace que el semen congelado de cerdo no se comercialice para inseminación, y sólo se use como "reserva genética" en centros como Centrotec, centro tecnológico de reproducción animal surgido de la Universidad de León. Así, sus investigadores han llevado a cabo un estudio del proceso de congelación para tratar de incrementar la fertilidad del semen de cerdo al nivel del semen fresco, lo que ocurre con el ganado vacuno. Para ello han utilizado técnicas de análisis de imágenes digitales desarrolladas por ingenieros de la misma universidad, que permiten estandarizar las mediciones y realizarlas más rápidamente.
Para minimizar las lesiones producidas en la membrana, que revelan la fertilidad del esperma, los investigadores tratan de mejorar las condiciones de congelación mediante dos vías: añadiendo antioxidantes (vitamina E) al medio para evitar la oxidación y deshidratando el espermatozoide, "lo que hace que se achique y resista mejor la congelación". Este estudio, donde también colabora la Universidad de Michigan (EE.UU.), permitiría que el semen congelado de cerdo pueda ser comercializado para la inseminación en todo el mundo, rompiendo así la barrera de 2 o 3 días que permite en la actualidad el semen refrigerado.