La empresa biotecnológica Integromics, spin-off participada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Málaga, ha recibido el premio europeo al producto más innovador de 2007 por sus soluciones tecnológicas dirigidas a facilitar el trabajo de los investigadores en el ámbito de las Ciencias de la Vida, especialmente en las áreas de Genómica y Proteómica.
El jurado del galardón, concedido por la consultora internacional Frost & Sullivan, reconoció la capacidad de Integromics para adaptarse a las necesidades de la industria farmacéutica en el desarrollo de nuevos tratamientos, “ahorrando tiempo y costes en los procesos”.
Integromics tiene dos sedes en España, en el Centro Nacional de Biotecnología (del CSIC), en Madrid, y en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada. Asimismo, cuentan con una oficina en el Centro de Ciencias de la Universidad de Penn (EEUU).
Como explica el investigador del CSIC José María Carazo, uno de los fundadores científicos de la empresa, “los logros de Integromics en el mercado global son fruto, entre otros aspectos, de su profunda conexión con el mundo de la investigación”.
El premio, que se entregó ayer, jueves 21, en Berlín, se suma a otras distinciones que ha recibido Integromics, como el premio Emprendedor XXI, otorgado por el Ministerio de Industria, en su primera edición del pasado año.
El pájaro robótico PigeonBot II, probado con éxito en un túnel de viento y de manera autónoma al aire libre, logra volar de manera similar a estas aves, sin aleta vertical. Sus aplicaciones abren el camino para diseñar aviones más eficientes en combustible.
La Fundación BBVA ha galardonado al informático japonés, de la Universidad Carnegie Mellon (EE UU), por crear los algoritmos que permiten a las máquinas comprender las imágenes y procesar los movimientos. Sus técnicas están presentes en los coches autónomos, los drones y todos los robots con capacidad de visión, como los que se usan en cirugía.
