La combinación de metodologías tradicionales y nuevas, como los vídeos, es beneficiosa para los estudiantes con necesidades especiales, ya que potencian tanto su motivación como su proceso de aprendizaje. Así lo recoge un estudio de investigadores de las universidad Rey Juan Carlos y Autónoma de Madrid.
Investigadores del Grupo LITE (Laboratorio de Tecnologías de la Información en la Educación) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han llevado a cabo una experiencia didáctica basada en la realización de vídeos con el objetivo de medir el aprendizaje en un entorno de formación para habilidades de ámbito laboral orientadas a personas con discapacidad intelectual.
Los resultados muestran que la combinación de metodologías tradicionales y nuevas tecnologías es beneficiosa para los estudiantes con necesidades especiales, potenciando tanto su motivación como su proceso de aprendizaje.
El estudio, titulado Combinando metodologías tradicionales con entornos sociales para el entrenamiento de habilidades sociales de personas con discapacidad cognitiva, ha sido presentado en el último seminario eMadrid sobre tecnologías y aplicaciones para personas con diversidad funcional cognitiva. Se enmarca en dos proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por la Comunidad de Madrid.
La experiencia se llevó a cabo en 9 sesiones de dos horas cada una a lo largo de dos meses, realizando una sesión por semana. En ellas participaron 15 estudiantes (8 chicos y 7 chicas) de entre 18 a 23 años, que cursaban el primer curso en el programa de formación laboral Promentor de la Fundación Prodis y la Universidad Autónoma de Madrid.
El objetivo principal de este programa es la formación de jóvenes con discapacidad intelectual en habilidades relacionadas con el trabajo para fomentar su inclusión laboral. “La mayoría de los estudiantes presentaban algún tipo de discapacidad intelectual y uno tenía discapacidad visual”, explica Estefanía Martín, profesora de la URJC e investigadora del Grupo LITE. Durante las sesiones, los alumnos trabajaron sobre conceptos básicos relacionados con el entorno laboral. Para ello, el equipo pedagógico estableció una serie de indicadores o competencias a trabajar por los estudiantes.
“Las competencias agrupadas en dimensiones pretenden el desarrollo de habilidades laborales, sociales y personales como: desempeño de tareas, comprensión de funciones, organización de tareas, iniciativa, colaboración, comunicación y respeto. Para ello, a cada equipo se le asignó un caso relacionado con una situación laboral que deberían resolver y representar a través de un vídeo, describiendo la situación planteada y cómo se debería actuar”, detalla la investigadora.
Cada uno de los cuatro grupos de trabajo estuvo compuesto por 3-4 personas y se le facilitó un caso diferente a cada uno de ellos. En el primer caso, los participantes tenían que atender las llamadas dirigidas a su jefe, que se encontraba en una reunión; el segundo grupo debía recoger el correo postal que llegase a la empresa y distribuirlo entre los diferentes departamentos; en el tercer equipo, los participantes debían acudir a una reunión como jefes de almacén para recoger necesidades de material y distribuir los pedidos de los diferentes departamentos que conforman la empresa; y en el último supuesto, los participantes tenía que ejercer como encargados de almacén y recorrer los distintos departamentos de una empresa anotando los materiales que se necesitan en cada uno de ellos.
La red social ClipIt
Para la coordinación del trabajo de cada uno de los grupos, los participantes también han utilizado la red social ClipIt, desarrollada por investigadores del Grupo LITE. “Para que los estudiantes pudieran trabajar con los vídeos en ClipIt se crearon 3 actividades: la primera consistía en la elaboración de un guión con las respuestas adecuadas para la grabación en vídeo, la segunda en la revisión entre iguales y una última tarea que contenía el test final”, señala la profesora Martín.
Al finalizar la experiencia, los investigadores realizaron un test con siete preguntas para observar si se produjo un aprendizaje significativo por parte de los estudiantes con discapacidad intelectual. “Los resultados son muy positivos respecto al aprendizaje sobre los conceptos relacionados con la actividad propuesta para el desarrollo de habilidades y competencias relacionadas con el entorno laboral”, destaca Martín.
“Durante las sesiones no se apreció ningún tipo de incidencia y todos los participantes aportaban a la hora de diseñar el guión del vídeo. Si alguno tenía dificultades, entre los compañeros de su equipo se ayudaban para seguir adelante. Esto es debido al especial cuidado por parte del equipo pedagógico, en la formación de equipos heterogéneos desde el inicio de la experiencia. En ningún momento nos encontramos con situaciones de frustración que nos hiciera parar la experiencia” concluye la investigadora.
Los estudiantes manifestaron su satisfacción con este método de aprendizaje en el focus group final, dónde expresaron su interés en utilizar esta metodología de trabajo en futuras ocasiones.
Referencia bibliográfica:
D. Roldán-Álvarez, S. de Miguel and E. Martin, "Combining traditional methodologies and social networks to teach job related skills to students with special needs", 2016 International Symposium on Computers in Education (SIIE), Salamanca, 2016, pp. 1-6. doi: 10.1109/SIIE.2016.7751821