El pedestal de la famosa Torre de Hércules (A Coruña), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está construido con un granito situado muy cerca de allí. En el acantilado de Penaboa, cruzando la bahía del Orzán, se pueden ver vestigios de sus canteras históricas. Esta piedra se utiliza desde la antigüedad por su buena calidad. Hoy la podemos ver en balcones, escaleras y pavimentos de la ciudad gallega. Por su incalculable valor histórico y cultural ha sido propuesta como candidata a Global Heritage Stone Resource, el equivalente a patrimonio de la humanidad en el mundo lítico.
No muy lejos del centro urbano de A Coruña se encuentra el Monte de San Pedro, cuyo origen etimológico está estrechamente ligado a la piedra y donde hay varias canteras históricas de diferentes tipos de granito.
El acantilado en la base de esta montaña, situado en el paseo marítimo, en las inmediaciones del obelisco Millennium, se llama Penaboa, que quiere decir “piedra buena”. Su característico color blanco, mineralogía y textura le dan unas excelentes propiedades petrofísicas, alta calidad y durabilidad al leucogranito allí presente.
El acantilado presenta diaclasas o fracturas con los espacios óptimos para su separación en bloques, lo que facilitó la extracción de la piedra. Hoy en día se pueden observar numerosos indicios de cantería histórica en el enclave, como marcas de canteros, cuñeras y sillares, lo que indica que el lugar ha sido un centro de explotación.
En la Edad Media se produjo un auge en el uso del leucogranito de San Pedro para la talla de esculturas románicas gallegas. En el centro de la ciudad de A Coruña hay una notable cantidad de construcciones, iglesias románicas del siglo XII, como la de Santa María del Campo y Santiago.
Este leucogranito también se ha utilizado en la iglesia de Las Capuchinas, construida en 1715 y actual museo de Bellas Artes, en la monumental iglesia de San Jorge (1766) y en la fuente de Neptuno (1794). En 1861 se usó para el pedestal de la Torre de Hércules (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2009). Además, el leucogranito de San Pedro forma parte del pavimento de las principales calles turísticas de A Coruña (Calle Real y Cantones) y también se ha utilizado para construir balcones, escudos y escaleras.
Por todo ello, desde el grupo de investigación Petrología Aplicada a la Conservación del Patrimonio del Instituto de Geociencias hemos propuesto el leucogranito de San Pedro como candidato a Global Heritage Stone Resource, el equivalente a patrimonio de la humanidad en el mundo lítico. Con ello queremos contribuir a la preservación de sus canteras históricas y a la conservación y restauración de los monumentos con él construidos.
Atractivos turísticos
No hay duda en que el desarrollo urbano está condicionado por el entorno geológico. Algunos topónimos son ejemplo de la importancia que las piedras tienen en el origen y evolución de las ciudades y un buen ejemplo es Penaboa. La geología no solo define la orografía de una urbe, sino que proporciona los materiales de construcción tradicional.
La puesta en valor de canteras históricas y su vinculación con los monumentos construidos con sus piedras fomenta la conservación del patrimonio tangible e intangible. El uso de las piedras tradicionales de construcción es una apuesta por la sostenibilidad, que dota de identidad a los centros urbanos de una forma coherente con su propia historia y entorno.
Además, las canteras históricas y las piedras utilizadas tradicionalmente en las ciudades son un reclamo para el turismo cultural. La posición estratégica de este vestigio del pasado permite su puesta en valor y una visita cómoda para entender los modos de hacer de los canteros artesanos y la geología de la zona.
Por ejemplo, el obelisco Millennium y el elevador de San Pedro, ambos en el paseo marítimo de A Coruña, se convierten en espectaculares miradores desde los que se puede contemplar la cantera histórica. Esta es un escaparate de geología endógena (de las rocas provenientes del manto terrestre). En el acantilado de Penaboa se puede observar distintas fases de intrusión de los magmas. El leucogranito de San Pedro está en contacto con una granodiorita con grandes cristales de feldespatos y agregados de cuarzo. Esta granodiorita tiene tonos grises cuando es fresca y rosada cuando se altera.
Existen sillares con estos dos tipos de piedra (granodiorita y leucogranito), como se puede observar en el pórtico de la iglesia de Santa María de Azogue, en Betanzos (A Coruña), algunas de sus piedras proceden de la cantera histórica de Penaboa. El hallazgo indica que en esa época escaseaba la “buena piedra”, ya que los maestros escultores labraban sus trabajos en bloques no tan homogéneos como desearían.
En la actualidad, reformas de locales comerciales ponen en peligro la homogeneidad de las construcciones de cascos históricos y son un factor determinante en el deterioro antrópico.
La introducción de nuevos materiales y acabados diferentes a los originales producen una pérdida de identidad de las ciudades. Los cascos históricos están en una situación de alta vulnerabilidad. Por eso, la restauración de los edificios patrimoniales con el material original garantiza la conservación del patrimonio material e inmaterial.
David Martín Freire-Lista es miembro del grupo de investigación Petrología Aplicada a la Conservación del Patrimonio del Instituto de Geociencias IGEO (UCM-CSIC).
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.