Desde hace mucho tiempo los profesores utilizamos diferentes recursos para presentar los diferentes contenidos curriculares, hacer las clases más amenas y motivar a nuestros alumnos. En este tipo de actividades la interacción entre el docente y el alumno es más estrecha comparada con las clases expositivas. En Montevideo (Uruguay), quisimos innovar introduciendo una variante de los talleres: el teatro de títeres.
Inspirados en el material “Las leyes de Newton matan” del curso Educación para la Cultura Científica de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), dos alumnas del grupo 1° 5 del Liceo N° 20 de Montevideo, en la clase de Ciencias Físicas, caracterizaron en títeres a Newton, al Rey y a un falsificador de monedas.
Escribieron el libreto donde relataban un episodio en el cual Newton encontraba a un hombre falsificando monedas y luego, explicándole al Rey el método que desarrolló para saber que la moneda era falsa y de esa manera condenar al hombre a la horca.
“Primero leímos la información y recabamos lo más importante. Luego tratamos de ponernos en el lugar de los personajes para poder crear un buen diálogo”, comentan las alumnas Melisa Arena y María Camacho. “Nos inspiramos en el material que nos dio la profesora pero buscamos más información para enriquecer la presentación,
En cuanto a las ventajas de explicar un concepto utilizando títeres las alumnas comentaron que “al realizar los títeres y el libreto comprendimos mejor el tema, de esta manera pudimos mostrarle a los demás compañeros con más facilidad lo que queríamos explicar. Hacer títeres es muy divertido y de esta forma nos queda la información más grabada en la memoria”.
Los títeres transforman un discurso en entretenimiento, al igual que cada clase es única cada función de títeres también lo es. A la mayoría de los alumnos les inhibe tener que pasar al pizarrón, o pararse frente a todos sus compañeros a explicar algún concepto o contestar una pregunta.
“Con los títeres tenemos la posibilidad de recrear una situación y no sentir vergüenza”, comentaron. Además, “los compañeros no sólo aprenden de la profesora sino de nosotras también”. No sólo los alumnos espectadores se divierten, sino que también lo hacen los que realizan la representación. “Fue divertido hacer el libreto, los títeres y la representación”, afirma Melisa.
Una herramienta poderosa
A diferencia del teatro de humanos donde un personaje no es capaz de todo tipo de acciones, los títeres sorprenden con todo tipo de conductas y los alumnos expresan sus emociones sin exponerse frente a sus pares, utilizando imágenes gestuales o sonoras que el espectador asocia con las imágenes propias de la apariencia sensible del ser humano.
Muchas veces en las clases dejamos de lado el abordaje de contenidos actitudinales y los aspectos emocionales del proceso enseñanza-aprendizaje, perdiendo de vista su importancia a la hora de despertar la curiosidad por el estudio de un tema.
A los jóvenes les resulta muy atractivo conocer aspectos no tan divulgados de la vida de los científicos implicados en el estudio de diferentes fenómenos y sirve como disparador para introducir nuevos temas y profundizarlos, generando instancias de participación e intercambio de ideas.
Los alumnos están acostumbrados a ver a un Newton muy inteligente y curioso y a asociarlo con sus tres famosas leyes: Principio de Inercia, Principio Fundamental de la Dinámica y Principio de Acción y Reacción, pero desconocen que Newton desarrolló otras leyes para estudiar cómo se enfriaban los diferentes metales y mandar a la horca a quien falsificaba monedas.
Siento que trabajando de esta manera vamos construyendo los cimientos sobre los que se edificará la cultura científica de las generaciones futuras, para que la cultura científica sea parte del acervo cultural de las personas y que les permita tomar decisiones.
Intento formar jóvenes curiosos que puedan entender los fenómenos que ocurren a su alrededor y que también conozcan algo de la historia de los científicos que estudiaron mucho para que los podamos explicar.
Fomentar las investigaciones creativas es fundamental para que los alumnos se sientan atraídos a aprender y desarrollen competencias que integren los elementos cognitivos a sus propias creencias y actitudes. Pero éste no debe ser el último objetivo, debemos formar jóvenes capaces de participar públicamente en temas de ciencia y tecnología. Recordemos que Dewey decía que ser científicamente cultos no es solo saber más ciencia sino “practicar la ciencia”.
En cuanto a lo que las alumnas proponen para que las clases sean más atractivas dijeron: “Nos gustaría que de vez en cuando los profesores nos enseñaran con vídeos, diapositivas, utilizando la computadora e inclusive grabaciones de obras de teatro”. Y también agregaron: “Estaría bueno utilizar títeres para explicar temas difíciles porque es una manera más fácil y divertida de aprender”.
Utilicé este material para introducir el tema densidad ya que está relacionado con la investigación que realizó Arquímedes hace más de veinte siglos para saber si la corona del era de oro. Además, las actividades propuestas generan espacios de debates sobre temas muy polémicos como la pena de muerte. Y para recordarme que, como todo profesor, las tenía que calificar, comentaron: “nos esforzamos para tratar de impresionar a la profesora” y la verdad que lo hicieron.