40 años del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva

El contrato de la Agencia Espacial Europea para la preparación de un manual de control térmico, las investigaciones sobre el comportamiento de fluidos en microgravedad, los experimentos de puentes líquidos en los vuelos espaciales y el proyecto del microsatélite UPMSat. Estos son algunos de los hitos que han marcado las cuatro décadas de andadura del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva (UPM), según repasa su director, el catedrático José Meseguer Ruiz.

40 años del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva
Ignacio da Riva. / UPM

La historia de las actividades aeroespaciales en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en gran medida está ligada a la figura del profesor Ignacio da Riva y al grupo de personas que dirigió durante casi 25 años en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos (ETSIA).

Ignacio da Riva, catedrático de Aerodinámica en la ETSIA desde 1965, fue el impulsor de un grupo orientado a tareas de investigación y desarrollo en esta escuela, de modo que, en pocos años, creó el núcleo del posteriormente conocido como LAMF/ETSIA, que alcanzó una posición de prestigio reconocida en el mundo aeroespacial, fundamentalmente en los campos de control térmico de vehículos espaciales, física de fluidos en condiciones de microgravedad y tecnología espacial.

Este grupo, dirigido por el profesor Da Riva hasta su muerte, acaecida en 1991, se constituyó posteriormente en un instituto de investigación en el seno de la UPM, adoptando en 1997 el nombre de Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva de la Universidad Politécnica de Madrid (IDR/UPM).

La actividad del grupo comenzó en el campo del control térmico de vehículos espaciales, cuando en 1973 Ignacio da Riva obtuvo un contrato de la Agencia Espacial Europea (ESA/ESTEC) para la preparación de un manual de control térmico (Spacecraft Thermal Control Design Data Handbook, STCDDH), cuya primera edición tuvo lugar en 1975.

La preparación de un manual de control térmico para la ESA fue el proyecto más querido del profesor Da Riva

En torno a este proyecto, además de a sus colaboradores más directos, incluyó a un amplio número de estudiantes de los últimos cursos de la carrera de Ingeniería Aeronáutica, lo que nos permitió a algunos entrar en contacto directo con la tecnología espacial siendo todavía estudiantes. STCDDH fue, probablemente, el proyecto más querido del profesor Da Riva, en el que continuó trabajando durante el resto de su vida.

Hay que decir que, desde entonces, se han sucedido periódicamente nuevos contratos para ampliar, actualizar y reeditar tal manual, que desde mediados de los años ochenta es considerado una publicación oficial de la ESA (STCDD ESA PSS 03-108).

También en estos años comenzaron las actividades de investigación sobre el comportamiento de los líquidos en microgravedad, cuando Da Riva formuló una propuesta de experimentación en respuesta a la petición de ideas de la entonces ESRO (organización precursora de la actual ESA) para definir los objetivos experimentales de la primera misión del laboratorio espacial europeo Spacelab.

De las casi ochenta ideas recibidas, unas treinta se centraban en física de fluidos en ingravidez, las cuales cristalizaron en siete experimentos tras el proceso de selección. El propuesto por el profesor Da Riva se centraba en el análisis de la mecánica de puentes líquidos, y fue realizado en el primer vuelo del laboratorio orbital europeo Spacelab en 1983.

Misiones espaciales alemanas

A este experimento siguió otro semejante en 1985 durante la misión alemana Spacelab-D1, y un tercero en la segunda misión alemana (Spacelab-D2) que estaba prevista para 1988, pero que a causa de la catástrofe del transbordador espacial Chellenger se retrasó hasta 1993. También se han llevado a cabo experimentos sobre puentes líquidos en los satélites españoles UPMSat y Minisat 01, así como en cohetes de sondeo TEXUS (seis vuelos), vuelos parabólicos y torres de caída. Esta línea de I+D tuvo un gran éxito, avalado por más de diez tesis doctorales y más de un centenar de artículos en revistas internacionales de gran impacto.

A consecuencia de la experiencia adquirida sobre la experimentación en el espacio y la interacción con los equipos de diseño de las instalaciones experimentales embarcadas en naves espaciales, a finales de los 80 se iniciaron algunos trabajos con objetivos más tecnológicos, como fue el caso de dos proyectos para la ESA: un estudio preliminar de un laboratorio de ciencia de fluidos para Columbus y el desarrollo de un módulo de experimentación con puentes líquidos en microgravedad simulada con flotabilidad neutra, usado durante años para entrenamiento de astronautas, en preparación de las actividades a realizar en la estación espacial.

"Quizás nuestro proyecto de más relevancia espacial sea el microsatélite UPMSat"

Quizás nuestro proyecto de más relevancia espacial sea el microsatélite UPMSat, un pequeño satélite que fue diseñado, construido, ensayado, integrado y operado por un equipo de profesores, personal y alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid. El proyecto lo inició Ignacio da Riva a finales de 1990, con el diseño conceptual, aunque después hubo una etapa de gran incertidumbre debida a su fallecimiento en febrero de 1991.

Se decidió continuarlo, de modo que, tras no pocas vicisitudes, el UPMSat fue puesto en órbita el 7 de julio de 1995 como carga de pago secundaria de un lanzador Ariane 4 desde el Puerto Espacial Europeo ubicado en la Guayana Francesa.

Con posterioridad al proyecto UPMSat se han abordado otros proyectos de relevancia espacial, de modo que el Instituto Ignacio da Riva ha ido consolidando su posición como socio tecnológico en diferentes consorcios de instituciones europeas y estadounidenses responsables de instrumentos embarcados en algunas de las misiones más relevantes de investigación astrofísica y de exploración del sistema solar de la Agencia Espacial Europea (Rosetta, Sunrise, Solar Orbiter, ExoMars).

Nuevo satélite UPMSat-2

En la actualidad, estamos trabajando, en estrecha colaboración con el grupo STRAST de la UPM, y con empresas del sector espacial, en el desarrollo de satélite UPMSat-2, un satélite de demostración tecnológica en órbita, cuyo lanzamiento está previsto para el segundo semestre de 2015, en el vuelo que pondrá en órbita el satélite español Ingenio. Al amparo de este proyecto se ha constituido en el Parque Tecnológico de la UPM en el Campus de Excelencia Internacional de Montegancedo un centro dotado de medios e instalaciones específicas para el desarrollo de satélites en la categoría de 50 kilogramos de masa.

Desde 1997 estas actividades se canalizan a través del IDR, que agrupa a más de cuarenta personas, manteniéndose, al igual que en la etapa del profesor Da Riva, una política activa de incorporación de estudiantes a los proyectos que tienen mayor proyección educativa.

Toda esta actividad espacial tiene también su vertiente docente y, además de los proyectos fin de carrera relacionados con el nuevo satélite (accesibles a estudiantes de la ETSIA y de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Aeronáutica), la UPM ha incluido recientemente en su catálogo de titulaciones el Máster Universitario de Sistemas Espaciales.

Fuente: UPM
Derechos: UPM
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