Nuevas observaciones llevadas a cabo con el conjunto Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) han proporcionado a los astrónomos la mejor visión conseguida hasta ahora de una gigantesca estrella en pleno proceso de formación en el interior de una nube oscura. Se ha descubierto un útero estelar con más de 500 veces la masa del Sol –el más grande de los encontrados hasta el momento en la Vía Láctea– que aún está creciendo. La estrella embrionaria del interior de la nube devora con avidez el material que cae hacia el interior. Se cree que la nube dará a luz a una estrella muy brillante con más de 100 veces la masa del Sol.