Un equipo de investigadores del Instituto de Ornitología Max Planck ha investigado una curiosa práctica del diamante mandarín (Taeniopygia guttata), por la cual las hembras colocan uno o dos de sus huevos en nidos ajenos. Los investigadores estudiaron una población en cautividad y, con métodos genéticos, averiguaron que en uno de cada cinco nidos se encontraba un huevo ‘ajeno’. Lo curioso de esta práctica es que se combina con la crianza de la propia camada, y que los huevos se colocan justos antes de que sus huéspedes comiencen a poner sus propios huevos. El estudio se publica en Animal Behaviour.