Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard analizaron el impacto del consumo de café en el riesgo de ictus. Para ello examinaron los hábitos dietéticos y estilo de vida de 80 mil enfermeras americanas, a las que se les contactaba cada dos años para saber su consumo de café, té y otras bebidas con cafeína; con esta información se calculó su consumo medio habitual. Además, se contactó con sus centros de salud para saber cuáles de ellas padecieron un ictus. Después de 24 años de seguimiento, se documentaron 2280 casos de ictus en estas mujeres.
La investigadora principal de este estudio, Dra. Esther López García señala, como conclusión final del artículo, que las personas sanas pueden estar seguras que no tienen mayor riesgo de sufrir un ictus o un infarto por tomar café. Sin embargo, se necesita más investigación para poder recomendar a la población general el consumo de café como forma de disminuir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.