En un acto celebrado en Vitoria-Gasteiz (Capital Verde Europea en 2012), la ciudad danesa se ha proclamado Capital Verde Europea para el año 2014 por su determinación en convertirse en modelo de ‘economía verde’ dentro y fuera de Europa, por unas infraestructuras respetuosas con el medio ambiente, y por hacer partícipes a su habitantes hacia un desarrollo sostenible duradero.
El proyecto presentado por Copenhague ha sido superior al de Bristol (Reino Unido) y Frankfurt (Alemania), las finalistas entre 18 ciudades, porque, entre otros aspectos, la capital es pionera en los transportes y pretende convertirse en la urbe mejor equipada del mundo para los ciclistas.
Para 2015, el objetivo es que el 50% de sus habitantes usen su bici para ir hasta su lugar de trabajo o de estudios (en 2010 fue un 35%). De esta forma, Copenhague aspira a convertirse en ciudad sin emisiones de CO2 en 2025.