Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU) ha incorporado transistores de escala nanométrica en el interior de nanocables de silicio, de tal forma que se pueden introducir en el interior de células vivas y supervisar sus actividades, según publican esta semana en la revista Science.
Los extremos de estos nanocables con forma de horquilla se pueden enganchar a una plataforma de metal, y potencialmente se podrían conectar a un ordenador para monitorizar la salud de células que producen impulsos eléctricos, como células palpitantes del corazón o neuronas activas.