A dos metros bajo tierra en el desierto de Atacama existe un “oasis” de microorganismos. Investigadores del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) y de la Universidad Católica del Norte, en Chile, lo han encontrado en sustratos hipersalinos gracias a SOLID, un detector de signos de vida que se podría utilizar en ambientes parecidos del subsuelo de Marte.