Douglas L. Coleman (6 de octubre de 1931 - 16 de abril de 2014) nos dejó el 16 de abril. La aportación de este bioquímico a la ciencia ha sido relevante ya que ayudó a comprender mejor el metabolismo y las causas de la obesidad humana. Primero, porque en 1969 publicó una investigación que afirmaba que existía un factor fisiológico que controlaba el apetito. En 1994, el médico Jeffrey Friedman identificó que era una hormona, la leptina. Las contribuciones de los dos investigadores, que obtuvieron el año pasado el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina, han cambiado el paradigma en el estudio de la obesidad y en su percepción: dejó de considerarse un fracaso personal para entender que se trataba de un problema médico.