Para plantas como la Arabidopsis thaliana, ser resistente a los patógenos tiene sus pros y sus contras. Así lo indica un estudio realizado por investigadores del Instituto de Biología del Desarrollo Max Planck, que señala que las plantas resistentes a enfermedades crecen más despacio y producen menos hojas y más pequeñas. Los científicos rastrearon una variante del gen ACD6, que ayuda a las plantas a combatir una amplia gama de ‘enemigos’. Esta característica, que afecta a un 20% de los ejemplares, se convierte en una desventaja competitiva cuando no hay patógenos a los que resistir. Sus resultados se publican en Nature.