Por primera vez, un estudio realizado en ratones de campo admite que el emparejamiento se ve influido por mecanismos epigenéticos. La monogamia en esta especie se desarrolla después de varios episodios de apareamiento de 16 a 24 horas, pero los investigadores la han inducido administrándoles tricostatina A; es decir, han alterado sus conductas de apego social mediante fármacos.