Desde que el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmara que las radiaciones asociadas al uso del móvil podrían aumentar el riesgo de sufrir glioma –un tipo de cáncer cerebral–, las opiniones de los expertos fluyen entre la prudencia y la demanda de medidas de protección. Alarma social, torpeza de la OMS o toque de atención. La investigación sobre la amenaza real de estos teléfonos continúa.