A pesar de que el Instituto Vasco de Criminología de la UPV/EHU (con sede en San Sebastián) tiene cerca de 30 años, todavía se cree, equivocadamente, que entre sus paredes se esconde una especie de CSI. Nada más lejos de la realidad, según explica César San Juan, coordinador de proyectos del Grupo de Investigación Consolidado de Ciencias Criminológicas (GICASS), creado en el seno del instituto y dirigido por el catedrático de Derecho Penal José Luis de la Cuesta. Lo suyo no es atrapar al malo, sino “abordar la explicación del fenómeno criminal”.