Un estudio, realizado por investigadores estadounidenses y británicos, señala que los bebedores frecuentes de café desarrollan tolerancia hacia los efectos de ansiedad y estimulación de la cafeína. La investigación, que se centraba en una variante de un gen vinculada con la ansiedad inducida por la cafeína, se basó en 379 individuos consumidores de cafeína en diversos grados a los que se pidió que interrumpiesen este consumo durante un tiempo y a los que luego se suministró cafeína a unos y un placebo a otros. Sus resultados, que se publican en Neuropsychopharmacology, indican que la cafeína lo único que hace es devolver a sus consumidores a su estado de alerta normal, de forma que la sensación de alerta que produce tomar café puede ser una ilusión.
