Una de las cuestiones que ha intrigado desde hace tiempo a los científicos es cómo lograron dinosaurios como los saurópodos tener un tamaño tan grande. Teniendo en cuenta que cuanto más grande es un animal, más tiempo tarda en comer, los científicos calculaban que un dinosaurio gigante se habría tirado unos 30 días para poder satisfacer su enorme apetito.
Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Bonn (Alemania) parece haber resuelto este puzzle. Su hipótesis es que los dinosaurios no masticaban sino que engullían la comida, lo que les permitía acelerar el proceso. Además, el hecho de engullir les permitía tener una cabeza más pequeña, ya que no les hacen falta dientes tan grandes para masticar, y un cuello muy largo, lo que les permitía economizar sus movimientos a la hora de buscar comida. Los resultados se publican en Biological reviews.