Se llama Osedax y se alimenta de huesos de ballena en el suelo marino. Fue descrito hace seis años a partir de especímenes que vivían en cadáveres de ballenas a 2.891 metros de profundidad en California. Desde entonces, los paleontólogos buscaban pruebas fósiles para precisar su era geológica. Ahora, investigadores de la Universidad de Kiel (Alemania) han descubierto el primer fósil de huesos de ballena de hace 30 millones de años con agujeros y excavaciones que coinciden con los de Osedax vivos en tamaño y forma. Los resultados se publican en PNAS.