La relación entre las orquídeas y las abejas ha determinado la evolución de las flores pero no la de sus insectos polinizadores. Así lo recoge un estudio publicado esta semana en Science por un equipo internacional de investigadores liderado desde la Universidad de Harvard (EE UU). El trabajo se ha centrado en orquídeas neo tropicales y euglosinos (o abejas de las orquídeas). Han capturado más de 7.000 insectos y han examinado el polen que tenían adherido. A partir de estos datos y del análisis de los árboles familiares, los investigadores han constatado al menos tres apariciones de nuevas flores tras la diversificación de sus abejas polinizadoras. Pese a que muchas especies con relaciones antagónicas co-evolucionan mutuamente, el caso de organismos libres como los observados, que se benefician recíprocamente, no se muestra tan evidente.