La contaminación radiactiva de la central nuclear de Fukushima (Japón) se sigue propagando por el océano hasta alcanzar el continente americano. Y lo seguirá haciendo hasta 2013, aunque no sea peligrosa. Así lo predice Sergey Prants, jefe del departamento de Física de la Atmósfera y el Océano en el Instituto Oceanográfico del Pacífico (Rusia), gracias a un modelo matemático que aúna imágenes de satélite y datos oceanográficos.