Investigadores de la Universidad de Pensilvania, entre ellos un español, han usado la tecnología de dedo de zinc para ‘cortar’ un gen que el virus del sida necesita como llave de entrada a las células, y así construir un ejército seguro y eficaz de células modificadas que repelen el virus. Los expertos se mantienen cautos aunque afirman que se trata de “un primer paso para controlar el VIH sin tratamiento antirretroviral”.