Un equipo de científicos españoles ha mostrado la primera evidencia de que las aves nocturnas usan las señales visuales en la comunicación con sus crías para alimentarlas. Los científicos analizaron una población de autillos (Otus scops), una rapaz de tamaño mediano con hábitos estrictamente nocturnos, que se reproduce en cajas nidos en la Hoya de Guadix, en Granada.