¿Puede persistir la experiencia de una emoción cuando la memoria de esa emoción se ha olvidado? Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (EE UU) ha analizado a un grupo de pacientes con amnesia para confirmar que tanto las experiencias emocionales negativas como positivas persisten de forma independiente a la memoria explícita. Los pacientes experimentaron un proceso de inducción de la tristeza a través de imágenes de películas cargadas de afectividad para ver si su tristeza persistía aunque no la memoria de haber visto esas imágenes. El equipo de científicos confirmó que, a pesar de no recordar haber visto la película, los pacientes con amnesia y daños en el hipocampo mantenían elevados niveles de tristeza. Un segundo experimento hecho con la emoción de la alegría y la felicidad dio resultados similares. Los resultados de esta investigación, que aparecen hoy en la revista PNAS, son una evidencia directa de que los sentimientos y la emoción perduran más allá de la memoria.