Las medidas para mitigar la violencia hacia las mujeres forman parte de la agenda política de muchos países desde hace más de una década. Sin embargo, el maltrato dentro de la pareja, el acoso en el trabajo y en las escuelas, o las atrocidades cometidas en conflictos armados, prevalecen en todo el mundo. “Mientras sigan existiendo estos fenómenos, no podremos hablar de progresos reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz”, en palabras del Secretario General de la ONU.