Las mil caras del abedul

Las mil caras del abedul
La población de abedules ha aumentado en tierras de cultivo abandonadas y pastizales.

Su clara y delicada madera se utiliza para fabricar las muñecas Matrioshkas, pero éste es sólo uno de los múltiples usos del abedul. Presente en áreas deforestadas o abandonadas, esta especie rara y escasa, ha acompañado al ser humano durante siglos. Y lo seguirá haciendo si los incendios y el cambio climático se lo permiten.

Fuente: Paco Cantó
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