Las crías del ser humano aprenden a caminar activando un proceso neuromotor parecido al de animales como las ratas, los gatos o los macacos. Un estudio ha comprobado que los niños poseen un mecanismo primitivo que, aunque luego evoluciona hacia un andar diferenciado adulto, no llega a desaparecer por completo.Los modelos primitivos de locomoción observados en los neonatos no son descartados, sino que se afinan mientras que los nuevos patrones se añaden durante el desarrollo. Imagen: Suwaif.