El observatorio espacial XMM-Newton de la ESA nos muestra esta semana los restos de una explosión de supernova, el dramático final de una estrella masiva, suspendidos en el tiempo y en el espacio. En las longitudes de onda de rayos X, los nudos de gas caliente brillan en tonos verdosos –lo que indica que presentan una temperatura de millones de grados Celsius– llenando la región central del remanente de la supernova G272.2-03.2, todavía en expansión. Un remanente de supernova es la estructura nebulosa que queda cuando una estrella masiva –con una masa de más de ocho veces la de nuestro Sol– agota su reserva de combustible y colapsa sobre sí misma, expulsando sus últimas capas de gas en una explosión cegadora.