El Interferómetro del Very Large Telescope de ESO ha llevado a cabo las observaciones más detalladas hechas hasta el momento del polvo que rodea al gigantesco agujero negro del centro de una galaxia activa. En lugar de encontrar todo el brillante polvo rodeando al agujero negro en forma de toro (la forma geométrica de un rosco), tal y como era de esperar, los astrónomos han descubierto que gran parte del mismo se encuentra encima y debajo del toro. Estas observaciones muestran que el polvo está siendo repelido del agujero negro hacia afuera en forma de vientos fríos, un sorprendente descubrimiento que pone en jaque las actuales teorías y revela cómo evolucionan e interactúan con su entorno los agujeros negros supermasivos.
La investigadora Almudena Prieto del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha participado en este estudio, que publica el Astrophysical Journal y se lidera desde la Universidad de California Santa Barbara (EE UU). "Con la súper amplificación vimos que el polvo que esperábamos encontrar alrededor de este agujero negro y, del cual este se alimenta ferozmente, no parece estar destinado por entero para este fin; y vimos que mucho polvo que está localizado en la misma dirección en la que sale la radiación”, comenta la astrofísica.