Cuando usted llama por teléfono y le responde una máquina, es probable que eche de menos un poco de empatía. Ingenieros y psicolingüistas intentan lograr que los sistemas de reconocimiento de voz se enteren de lo que pedimos, nos respondan como lo haría una persona e incluso perciban los acentos. No desespere: están trabajando en ello.