El 14 de febrero la revista Nature informó de que un equipo de nanotecnología del Instituto de Tecnología de Georgia (EE UU) ha conseguido convertir el movimiento humano en energía a partir de fibras cubiertas con nanocables de monóxido de zinc. El objetivo es generar suficiente energía como para cargar pequeños dispositivos eléctrónicos y desarrollar aplicaciones en tejidos como tiendas de campaña o incluso camisas.
En España, también se están desarrollando tecnologías en esta área. En la imagen podemos ver un dispositivo de Cool Sun, una patente del Centro Tecnológico LEITAT. Cool sun se basa en la captación mediante placas solares de energía solar, que se transforma a través del efecto peltier en energía eléctrica utilizada para la refrigeración. Integrado en una prenda de vestir, este sistema permite que el usuario mantenga una temperatura adecuada a pesar de que la temperatura ambiental y la incidencia solar sean elevadas.
