El protagonismo del voluntariado civil durante unas olimpiadas ha ido aumentando a lo largo de la historia. Hoy en día, su figura se ha vuelto imprescindible, tanto a nivel económico como en la organización del evento. Los expertos en el tema opinan que los voluntarios olímpicos simbolizan, junto con los juegos, “la esperanza en un mundo más solidario, igualitario y participativo”.