Entre un 1% y un 5% de las personas infectadas con VIH no desarrolla sida, a pesar de no recibir medicación. Este reducido grupo de ‘afortunados’, que los médicos denominan “controladores de élite”, ha sido el objeto de un estudio del Massachussets Institute of Tecnology (MIT) y el Instituto Ragon (EEUU) que se publica en Nature. ¿El objetivo? Desentrañar las claves de esta inmunidad natural al VIH y porqué su organismo es capaz de convivir con el virus sin desarrollar la enfermedad.
La clave parece estar en la expresión del complejo proteínico HLA-B57 que tienen los controladores. Estas proteínas les permiten generar más linfocitos T con reactividad cruzada, una propiedad gracias a la que pueden atacar a la vez a más de un organismo molecular y son capaces de reconocer al virus aunque éste mute. Unos resultados a tener en cuenta a la hora de desarrollar una vacuna contra el VIH.